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El dios
Thor, de los
vikingos, en la batalla contra los gigantes.
Pintura de Mårten Eskil Winge (1872).
Un mito (del griego μῦθος, mythos, 'cuento') es un relato de hechos maravillosos protagonizado por personajes sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). Desde la antigüedad, los mitos fueron considerados como acontecimientos reales acaecidos a personajes idealizados.
Descripción general [editar]
Los mitos pueden formar parte del sistema religioso de una cultura, la cual los considera historias verdaderas, de modo tal que otorgan un respaldo narrativo a las creencias centrales de la comunidad.
Según Mircea Eliade, el mito supone una construcción compleja, que refiere por lo general a una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un tiempo primordial (la edad de oro o el tiempo en el que todo comenzó). Pero a su vez, el mito representa una historia simbólica cuya alegoría refiere a acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente. De esta periodicidad da cuenta la particular estructura cíclica del relato mítico.
Según la visión de Lévi-Strauss, uno de los estudiosos más influyentes del mito, a todo mito lo caracterizan tres atributos:
Como los demás géneros tradicionales, el mito tiene su origen en los relatos orales, cuyos detalles varían a medida que este es transmitido de generación en generación, dando lugar a diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el mito ha sido objeto de reelaboración literaria, ampliando así su arco de versiones y variantes.
Desde que en la Antigüedad grecolatina las explicaciones científicas entraron en competencia con las míticas, la palabra mito se cargó en ciertos contextos de un valor peyorativo, llegando a utilizarse de forma laxa como sinónimo de patraña, creencia extendida pero falsa: p.ej., la sociedad sin clases es un mito comunista. También es común el uso un tanto laxo de mito y mítico (o leyenda y legendario) para referirse a personajes históricos o contemporáneos (o incluso a productos comerciales) cargados de prestigio y glamour: Charlot es un mito del cine mudo; los Beatles son un grupo mítico.
Tipos de mitos [editar]
Se distinguen varias clases de mitos, los hay de muchas formas:
- Mitos teogónicos: relatando el origen y la historia de los dioses. Por ejemplo, Atenea surgiendo armada de la cabeza de Zeus. A veces, en las sociedades de tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al ser humano. Por el contrario, frecuentemente los humanos pueden transformarse en cosas, en animales y en dioses. Los dioses no siempre son tratados con respeto: están muy cercanos a los humanos y pueden ser héroes o víctimas de aventuras parecidas a las de los seres humanos.
- Mitos cosmogónicos: intentando explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, la tierra, se considera como originada de un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta creación; en este caso tales gigantes, que suelen ser semidioses, constituyen la primera población de la tierra.
- Mitos antropogónicos: relativos a la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia, lodo, guijarro, un puñado de tierra, a partir de un animal, de una planta o de un árbol. Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
- Mitos etiológicos: explicando el origen de los seres y de las cosas; intentan dar una explicación a las peculiaridades del presente. No constituyen forzosamente un conjunto coherente y a veces toman la apariencia de fábulas.
- Mitos escatológicos: intentando explicar el futuro, el fin del mundo; actualmente, en nuestras sociedades aún tienen amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales: los del fin del mundo por el agua, o por el fuego. A menudo tienen un origen astrológico. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales inexplicables, y que aterrorizan a los humanos.
- Mitos morales: que aparecen en casi todas las sociedades, como la lucha del bien y del mal, ángeles y demonios, etc. En definitiva, los inventos y las técnicas particularmente importantes para un grupo social dado se hallan sacralizadas en un mito.
- Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos gemelos: Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
Tipos de personajes [editar]
Las categorías de personajes del mito incluyen, entre otros, al héroe cultural, dios que mata o que es envidioso, madre tierra, gigantes, etc. Uno de los medios más comunes de clasificación es mediante la utilización de oposiciones binarias. Zeus y los titanes, blanco y negro, viejo y joven, alto y bajo son las características que reflejan la necesidad humana de convertir diferencias de grado en diferencias de clase.
Lectura literal, alegórica y simbólica [editar]
Si bien los mitos parecen haber sido planteados originalmente como historias literalmente ciertas, la dialéctica entre la explicación mítica del mundo y la filosófica y científica ha favorecido el desarrollo de lecturas no literales de los mitos, según las cuales éstos no deberían ser objeto de creencia, sino de interpretación.
Así, la lectura alegórica de los mitos, nacida en Grecia en la época helenística, propone interpretar a los dioses como personificaciones de elementos naturales. Este empeño encuentra su continuación en teorías posteriores, como la difundida en el siglo XIX por Max Müller, según la cual los mitos tienen su origen en historias mal comprendidas sobre el sol, que ha sido objeto de personificación, convirtiéndose en un personaje antropomorfo (el héroe o dios solar).
La lectura simbólica considera que el mito contiene un contenido veraz, pero no sobre aquello que aparentemente trata, sino sobre los contenidos mentales de sus creadores y usuarios. Así, el mito sobre cómo un dios instituyó la semana al crear el mundo en siete días contiene información veraz sobre cómo dividía el tiempo la sociedad que lo creó y qué divisiones hacía entre lo inanimado y lo animado, los distintos tipos de animales y el hombre, etc. Los mitos contienen también pautas útiles de comportamiento: modelos a seguir o evitar, historias conocidas por todos con las que poner en relación las experiencias individuales.
Los estudios modernos sobre el mito se sitúan en tres posiciones fundamentales:
- la funcionalista, desarrollada por el antropólogo Malinowski, examina para qué se utilizan los mitos en la vida cotidiana (refuerzo de conductas, argumento de autoridad, etc.);
- la estructuralista, iniciada por Lévi-Strauss, examina la construcción de los mitos localizando los elementos contrarios o complementarios que aparecen en él y la manera en que aparecen relacionados;
- la simbolista, que tiene referentes clásicos en Jung, Bachelard y Gilbert Durand, considera que el elemento fundamental del mito es el símbolo, un elemento tangible pero cargado de una resonancia o significación que remite a contenidos arquetípicos de la psique humana. (Un ejemplo de arquetipo es el Niño Anciano, figura contradictoria que se manifiesta como un personaje longevo de apariencia o conducta infantil —como Merlín— o un bebé o niño capaz de hablar y dotado de enormes conocimientos, propios de un anciano —el niño Jesús dando clase a los doctores—.)
Véase también [editar]
Enlaces externos [editar]
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